Finques rústiques en venda amb piscina a Altea

Las fincas rústicas en Altea suelen tener amplios terrenos con cultivos, árboles frutales y zonas de huerta. Muchas cuentan con construcciones tradicionales como casas de campo o masías. Estas propiedades ofrecen un estilo de vida tranquilo y en contacto con la naturaleza, a poca distancia de la costa y los servicios de la ciudad.

En una finca rústica en Altea se pueden desarrollar diversas actividades como la agricultura, la ganadería, el ecoturismo y el agroturismo. Muchos propietarios también las utilizan como segunda residencia para disfrutar del entorno natural y desconectar del ritmo de vida urbano.

Algunas de las principales ventajas de comprar una finca rústica en Altea son la posibilidad de disfrutar de un estilo de vida más tranquilo y en contacto con la naturaleza, la oportunidad de desarrollar actividades agrícolas o ganaderas, y la opción de tener una segunda residencia en una zona privilegiada de la Costa Blanca.

Al comprar una finca rústica en Altea, es importante considerar aspectos como la ubicación, el estado de conservación de las construcciones, la calidad de los terrenos, la disponibilidad de agua y servicios, y las posibilidades de uso y explotación de la propiedad. También es recomendable asesorarse con expertos en el sector inmobiliario rural.

Según la información publicada en el portal Fotocasa para julio de 2024, el precio medio de las fincas rústicas en Altea es de 812.205 euros.