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Casa de arquitectura historicista en el centro de Gràcia Este singular y valioso edificio ubicado en el corazón de la Vila de Gràcia, tiene nombre de autor. Fue construido entre 1888 y 1910 por el ilustre arquitecto Lluís Sagnier Villavecchia (Barcelona, 1858 - 1931), uno de los más reconocidos de la época. Se encuentra situado en frente de una de las plazas más bonitas y conocidas de Gràcia, haciendo esquina y flanqueda por dos grandes torres de planta cuadrada, y coronadas por sendos pináculos de pizarra, muy agudos. La casa se bautizó con el nombre del propietario, un promotor de la época, médico de formación que según se dice, fue uno de los primeros médicos que visitaba a sus pacientes en su coche de matrícula B-28, creador de empresas automovilísticas y socio fundador y presidente del RACC. La preciosa construcción, como si de un edificio neogótico londinense se tratara, está distribuida en planta baja y tres plantas con una galería de arcos en la última planta. La decoración general de las aperturas tiene formas neogóticas protegidas, las persianas son mallorquinas de láminas de madera y las barandillas de los balcones con voladizo son de hierro forjado. Todo en este imponente edificio se ha intervenido cuidadosamente, y restaurado con esmero, para recuperar los elementos originales ornamentales siguiendo las directrices de la historia del edificio y sus elementos originales. La casa consta de ocho viviendas y dos locales, actualmente conocidos restaurantes. Las viviendas conservan aún todos los elementos originales, techos muy altos y artesonados. Y las estancias son amplias bien ventiladas y todas ellas con salidas exteriores, terrazas, galerías y balcones. Esta casa está ubicada en uno de los barrios más carismáticos y vibrantes de Barcelona, ubicado en el centro de Barcelona conserva su identidad única y su encanto tradicional y sigue siendo una de las zonas más buscadas y valoradas de la ciudad. Además es conocido por su característico encanto de pueblo, sus numerosas plazas, la arquitectura modernista, la vorágine cultural y artística con numerosos teatros, artistas, músicos y emprendedores. Así mismo la Vila de Gràcia está muy bien conectada con el interior y exterior de la ciudad a través de transporte público.