Enclavada en lo alto de una tranquila aldea en Santiso, esta casa gallega llena de posibilidades ofrece una oportunidad única para emprender un proyecto de vida en el mundo rural. Se encuentra a solo 5 km de Melide, histórica villa del Camino de Santiago, y a unos 2 km de la autovía que conecta Lugo con Santiago de Compostela. La propiedad se asienta sobre una parcela de más de 3.000 m² y cuenta con una superficie construida total de 403 m². Una cancilla metálica da paso a la casa, situada al final de una pequeña pista cementada. La vivienda principal, una sólida construcción de dos alturas de piedra y teja, es habitable y ofrece potencial para actualizarse mediante una reforma que la haga más confortable y moderna. La planta baja alberga las antiguas cuadras y un tradicional horno de leña, elemento característico de la arquitectura rural gallega. En la primera planta se encuentra la zona habitable, con una amplia cocina equipada con cocina de leña tradicional, un espacioso salón-comedor con suelos de madera, tres habitaciones y un cuarto de baño completo. El exterior de la propiedad es uno de sus mayores atractivos, con diversas construcciones auxiliares que reflejan la tradición agrícola de quienes habitaron esta casa, e invitan a imaginar nuevos usos y posibilidades. Adosados a la casa principal se encuentran dos alpendres abiertos por su parte delantera, y un pequeño "rocho" que antiguamente se utilizaba como oficina. Frente a la vivienda se encuentran otras antiguas cuadras de pequeño tamaño, un pequeño garaje y un hórreo tradicional, elemento arquitectónico emblemático de Galicia, que aporta encanto y valor histórico a la casa. Dos pozos y un gran lavadero-fuente garantizan el suministro de agua. En la parte trasera de la casa se despliega una parcela de terreno despejado que permite disfrutar de las espectaculares vistas al valle y los bosques circundantes. Esta propiedad representa una oportunidad ideal para quienes buscan una vivienda rural auténtica en la que preservar el encanto y la tradición gallega, sin renunciar a la conexión con servicios y núcleos urbanos, a solo 30 minutos del aeropuerto internacional de Santiago de Compostela.