Imagina vivir en el Prado de Gandía. Bajas de casa y tienes todo a tu alcance: tiendas, restaurantes, la vida de la ciudad… pero al subir de nuevo a tu piso, cierras la puerta y... SOLO QUEDA SILENCIO. Te encuentras en la parte más tranquila del Prado y además cuentas con doble ventanal en las estancias exteriores.
El piso ya está listo para ti, sin obras, sin complicaciones.
Y tu coche, siempre seguro en tu garaje privado. El acceso es por montacargas: exclusivo, sin coches entrando y saliendo todo el tiempo. Tranquilidad también para tu vehículo.
Este no es solo un piso en el centro, es tu refugio en el corazón de Gandía.