Pis amb terrassa a Son Ferriol
Hay algo que cansa más que madrugar: pagar alquiler todos los meses y no ver nada a cambio. Echas cuentas: si hubieras comprado hace 5 años, ahora tendrías un hogar propio y no una carpeta de recibos. Pero el tiempo pasa y la rutina pesa. Por eso este piso en Son Ferriol puede ser ese giro que tu vida necesita. No hablamos de una casa cualquiera, hablamos de una vivienda completamente reformada, lista para entrar a vivir, donde desde el primer día tendrás la sensación de haber hecho la mejor elección de tu vida. 👉 Dos terrazas privadas: una delantera, perfecta para desayunos tranquilos o cenas rápidas al aire libre. Y otra que es un mundo aparte: 110 m² de terraza principal, donde caben barbacoas con amigos, juegos de tu hijo con su bici pequeña, o simplemente tumbonas para mirar el cielo de verano mientras Palma se queda en silencio. 👉 Un salón-cocina-comedor de 34 m², abierto, amplio y luminoso. El corazón de la casa, donde cocinar juntos, cenar con la familia y después dejar que la sobremesa se alargue sin prisas. 👉 Dos dormitorios: el doble, para vosotros; el individual, para vuestro hijo, para un despacho desde el que trabajar en remoto o como cuarto de invitados para que nunca falte espacio. 👉 Trastero para no tener nada a la vista y parking incluido (sí, aquí aparcar es fácil, pero mejor tenerlo ya resuelto). Y todo con la tranquilidad de saber que no tienes que gastar más dinero: instalación eléctrica nueva, suelo laminado, aire acondicionado y detalles cuidados que hacen que la casa huela a nueva, pero con alma de hogar. El barrio de Son Ferriol es ese equilibrio raro de encontrar: vida de pueblo, vecinos que se saludan, calles tranquilas… y al mismo tiempo Palma a un paso. Es como vivir en dos mundos sin renunciar a ninguno. Preguntas que seguro te estás haciendo: • ¿Será luminoso? Sí, su orientación norte hace que tengas claridad durante todo el día. • ¿Habrá ruido? Solo el de tus propias conversaciones en la terraza. • ¿Será buena inversión? Sí, porque ya está todo hecho. Nada de presupuestos de reforma ni sorpresas. Solo entrar y disfrutar. • ¿Y el precio? Siempre se puede hablar, pero lo cierto es que encontrar algo así en Palma, reformado y con esta terraza y parking, es una rareza. Vuelvo al principio: el alquiler se va, pero este piso se queda. Se convierte en hogar, en recuerdos, en seguridad. En el lugar donde ver crecer a tu hijo o empezar una nueva etapa juntos. Si lo lees y piensas “es justo lo que necesitamos”, no le des más vueltas: escríbenos y organizamos una visita. Porque las oportunidades de verdad —las que cambian tu vida— no aparecen dos veces.
- 2 habs ·
- 1 baño ·
- 95 m² ·
- baixos