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La pequeña localidad de URA es una joya escandida en la comarca del Arlanza, los visitantes podrán disfrutar de un paraje único, hogar del majestuoso buitre leonado.

Escondida a la sombra de los riscos y emplazada en la cabecera del valle que forma el río Mataviejas se encuentra la localidad de URA, a escasos 50 km de la capital burgalesa y en pleno corazón de la comarca del Arlanza. La vida en Ura gira entono a su estrecha calle principal, una vía que camina paralela al río y donde aún hoy en día existen casas habitadas con la arquitectura popular de la zona.

CASA TÍPICA DE LA ZONA DE DOS PLANTAS, EXTERIOR Y MUY LUMINOSA.

En la PLANTA BAJA, nada más entrar encontramos un hall-distribuidor a la derecha encontramos una cocina completa, un poco más adelante en la misma mano un baño completo con bañera y ventana y en la mano izquierda encontramos el merendero ideal para reuniones familiares y pasar momentos agradables con la familia y los amigos, cuenta con acceso al garaje.

Entre el merendero y el baño encontramos la escalera que comunica la planta baja con la primera planta reservada al descanso en donde encontramos un pasillo distribuidor en la mano izquierda encontramos una habitación principal con alcoba, en el pasillo encontramos otra alcoba y en la mano derecha encontramos una habitación con un espacio ideal para una salita o como otra habitación. En el pasillo distribuido encontramos las escaleras que comunican con el amplio desván en donde encontramos la antigua chimenea otro espacio ideal para sala de juegos-reuniones o como otra habitación principal y un gran hueco diáfano ideal como trastero o para cualquier otro uso.

Cabe destacar de URA el rico patrimonio histórico desde la Edad de Hierro y es que en la zona más alta del desfiladero hubo instalado un castro celtíbero, que pudo estar habitado por el pueblo turmogo. Esta sociedad de estructura clásica guerrera, similar a la de sus vecinos celtíberos, fue conquistada por el imperio romano, quienes aprovecharon el emplazamiento del castro ureño, donde se han constatado la existencia de diversos restos.

Durante el siglo X URA se convertía en la cabeza de un alfoz de carácter medieval en el que se integraban gran parte de las localidades vecinas como Castroceniza, Cebrecos, Covarrubias, Puentedura, Quintanilla del Coco, Quintanilla del Agua, Retuerta, Tejada, Tordueles y otros 17 lugares más.

La Iglesia de san Martín se erige en la entrada del pueblo. Se trata de una pequeña edificación de estilo gótico, que fue levantada sobre otra de carácter románico. Metros más adelante empieza la localidad. Al acceder al pueblo en la parte derecha se accede a una era que actualmente hace las veces de aparcamiento, de zona de juegos para los más pequeños y de espacio de descanso para los visitantes y locales. Desde ese punto se tiene acceso a la estructura de tradicionales bodegas que termina en un antiguo molino de agua, hoy en ruinas. Para los amantes del senderismo se accede a un empinado camino que le llevará hasta la localidad vecina de Cabrecos.

Siguiendo la calle principal, la localidad acoge al visitante con una amalgama de casas tradicionales y recientes edificaciones. No puede faltar en la visita un pequeño descanso en la plaza principal del pueblo, desde donde uno puede contemplar la grandeza de las paredes rocosas que resguardan URA y las colonias de buitres leonados que anidan en ellas, pero también de los huertos y frutales que se asientan junto al Mataviejas.

Continuando por la calle principal a la izquierda y derecha se encuentran pequeños pasadizos y callejuelas que, dependiendo de la elección, nos llevarán a la fresca ribera del Mataviejas o a las calurosas faldas de los riscos donde el nogal es el gran protagonista.

Ya en la parte alta del pueblo, una segunda plaza recibe al visitante. Un lugar que con la llegada del buen tiempo goza de especial vida con los juegos para los más pequeños, la celebración de los festivos, así como las tracciónales partidas de cartas. Antes de llegar a la ruta que recorre el desfiladero de URA, se encuentra el Ayuntamiento una edificación relativamente nueva.

Los ureños celebran dos festividades a lo largo del año. La primera de ellas en el mes de julio, San Laurenano, mientras que en el mes de noviembre la localidad rinde honores al santo del que toma nombre su iglesia San Martín

Una de las JOYAS de la localidad burgalesa es el ENTORNO NATURAL que esconde numerosas rutas aptas para todos los niveles. Una de las más famosas es la que recorre el DESFILADERO DEL RÍO MATAVIEJAS CASI TRES KILÓMETROS DE CAMINO SERPENTEANTE ENCLAVADO ENTRES RISCOS Y RODEADOS POR ENCINAS, ENEBROS CHOPOS, SAUCES Y MIMBRERAS. La senda es una ruta asequible para todos los caminantes, incluso para los más pequeños, que termina en la localidad vecina de Vastroceniza.

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