Las casas-chalés en Galápagos suelen tener amplios espacios exteriores, como jardines y terrazas, que permiten disfrutar del clima y el entorno natural de las islas. Muchas cuentan con piscina privada y vistas panorámicas al océano. Interiormente, se caracterizan por tener diseños abiertos y luminosos, con materiales y acabados que reflejan la estética local.