Casa o xalet a Carrer de Granollers, 23, Sant Domènec
Una de esas casas que, si pudiéramos, nos quedaríamos para nosotros. En On Viure Sant Cugat hemos tenido el privilegio de comercializar muchas casas bonitas... pero esta es especial. De esas que no se ven todos los días. De las que cuando entras piensas: “Aquí me quedo”. Y no es por decir —porque si algo tenemos claro es que aquí no vendemos humo, vendemos hogares. Y este, en pleno Parc Central, es de los que enamoran desde la puerta. Desde fuera ya se intuye que no es la típica adosada: obra vista atemporal (para que no envejezca como ciertas modas), líneas limpias, proporciones equilibradas. Pero es al entrar cuando de verdad empieza la sorpresa. La amplitud es real, y no porque sobre espacio, sino porque cada metro está bien pensado. No hay ni uno que no se use. Y luego... ¡la cocina! Qué cocina. Amplia, luminosa, social. De esas que dan ganas de organizar cenas, aunque no sepas ni hacer una tortilla sin que se te rompa. Y no, no estamos hablando de una casa recién construida —se diseñó en 1988— pero sigue siendo más actual que muchas que se levantan hoy. Porque cuando algo está bien hecho, el tiempo solo lo mejora. Bajas unas escaleras (sí, bajas) y entras en un salón que te deja sin palabras. Dos ambientes, dos mundos: uno abierto al jardín, donde el verde y la luz te abrazan; y otro más recogido, más íntimo, perfecto para una tarde de peli o lectura sin que el sol te moleste en la cara. Todo con grandes ventanales, terrazas y un jardín cuadrado (los que entienden, saben que eso es oro). ¿Y el jardín de 60 metros cuadrados? Tranquilo, limpio, sin edificios que te roben el cielo. De los que invitan a hacer barbacoas improvisadas, cumpleaños familiares o, por qué no, montar una piscina digna de portada de revista. En la planta superior, cuatro habitaciones bien repartidas, sin peleas por el tamaño. Todas con buena luz, con dos baños completos para evitar carreras por la mañana. Y sí, aquí también se respira calidad de vida. El garaje, más que un garaje. Espacio para el coche o, si te va más el teletrabajo con vistas a la tranquilidad, un despacho estupendo. Además, se puede aparcar justo delante de casa (algo que en esta zona no es un detalle menor). Pero si hay algo que lo hace realmente redondo, es su ubicación: Parc Central, uno de los entornos más codiciados de Sant Cugat. Verde, muy verde, silencioso y exclusivo, pero a un paso de todo: comercios, colegios, transportes, ferrocarriles. Vamos, ese equilibrio perfecto entre desconexión y comodidad que todos buscamos... y pocos encuentran. En resumen: una casa para vivir bien, pero bien de verdad. Con gusto, con calma, con estilo. Y sí, lo confesamos: si no estuviéramos tan ocupados ayudando a otros a encontrar su casa perfecta, nos la quedaríamos nosotros sin pensarlo. Si te ha sorprendido esta casa tanto como a nosotros, igual ha llegado el momento de conocernos. Y si para vivir aquí necesitas vender donde estás ahora... tranquilo, eso también se nos da muy bien.
- 4 habs
- 3 baños
- 185 m²
- Terrassa