Finques rústiques de lloguer amb piscina a Artà

Las fincas rústicas en Artà suelen ofrecer una amplia variedad de servicios y comodidades para hacer que la estancia de los inquilinos sea lo más agradable posible. Muchas cuentan con piscina privada, jardines bien cuidados, barbacoa, e incluso algunas pueden tener acceso a zonas comunes como canchas de tenis o pistas de petanca. Además, es común que ofrezcan equipamiento de cocina completo y conexión a internet de alta velocidad.

Las fincas rústicas en Artà suelen tener una capacidad para alojar entre 4 y 8 huéspedes de manera cómoda. Esto permite que familias o grupos de amigos puedan disfrutar de una estancia en un entorno tranquilo y relajado sin sentirse apretados.

Artà ofrece una amplia variedad de actividades y atracciones turísticas que pueden complementar perfectamente una estancia en una finca rústica. Desde visitar los impresionantes acantilados y calas de la costa, hasta explorar los restos arqueológicos de la Edad Media, pasando por disfrutar de la gastronomía local en los pueblos cercanos. Los amantes de la naturaleza también podrán hacer senderismo por las rutas que atraviesan los hermosos paisajes de la zona.

Artà es un destino que puede disfrutarse durante todo el año gracias a su clima mediterráneo. Sin embargo, las épocas más recomendables para alquilar una finca rústica suelen ser la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son más agradables y se puede aprovechar al máximo de los espacios exteriores. El verano también es una opción popular, especialmente para familias que buscan refrescarse en la piscina.

Según la información publicada en el portal Fotocasa para julio de 2024, el precio medio de alquiler de una finca rústica en Artà es de 9160 euros.