La vivienda se distribuye en una sola planta y cuenta con cuatro habitaciones, tres baños, cocina y comedor. Además dispone de un lavadero con salida directa al exterior, lo que facilita las tareas del día a día. Es una casa a cuatro vientos, rodeada de patio y jardín, con mucha luz natural en todas sus estancias a lo largo del día. Des del patio se accede una bodega y, como complemento, junto a la vivienda hay una construcción anexa que actualmente se usa como comedor con barbacoa interior, aunque podría adaptarse fácilmente a otros usos como sala polivalente. La entrada a la casa se realiza a través de un porche cerrado con carpintería de aluminio, que funciona como un espacio intermedio muy luminoso y acogedor, ideal para estar en cualquier época del año. La casa fue construida con materiales de calidad, pensando en la comodidad y la durabilidad: los suelos son de madera de roble francés, las puertas de madera maciza y en cocina y baños se utilizaron racholas de buena calidad. Todo ello le da un carácter robusto y confortable que se aprecia en el día a día. El espacio exterior combina zonas de césped, árboles y plantas con superficies pavimentadas con racholas antideslizantes, que hacen más cómodo el mantenimiento. La zona de piscina cuenta con un espacio de madera de teca alrededor y una carpa de madera que aporta sombra y un ambiente agradable para disfrutar al aire libre. La vivienda dispone de garaje para un coche, con la posibilidad de aparcar otro en el exterior, además de la facilidad de estacionamiento en la calle. Ha sido siempre cuidada con detalle por sus únicos propietarios desde su construcción, manteniéndola al día en todo y con un mantenimiento constante. Se encuentra en una zona muy tranquila, con vistas despejadas a la montaña, lo que le da un entorno sereno y agradable para vivir.