Espectacular casa a 4 vientos en Lliçà de Vall, situada en una amplia parcela llana de 1.142 m² con zonas ajardinadas, piscina privada con escaleras de obra, jacuzzi, gran porche cubierto, pozo y estanque decorativo. La vivienda, muy luminosa, cómoda y amplia, cuenta con 335 m² construidos distribuidos en varias plantas.
En la planta baja se encuentra una cocina con lavadero independiente, comedor con vistas a la piscina y salida directa a la terraza envolvente, así como acceso a la zona de barbacoa.
En la primera planta dispone de 3 habitaciones (2 dobles), un baño completo con bañera, un salón abuhardillado de más de 20 m² y un distribuidor cerrado con puerta de cristal que da acceso a la buhardilla, la cual comunica con una terraza tipo solárium.
En el sótano, habilitado como zona de ocio, encontramos una sala para fiestas y reuniones, zona de juegos, barra de bar, zona de estar y una bodega con bóvedas de piedra que aporta un marcado encanto rústico.
Ideal para quienes buscan amplitud, privacidad, luminosidad y calidad de vida en un entorno tranquilo.
El precio no incluye impuestos, gastos de notaría ni de registro. No se incluye muebles ni
enseres personales, cada asesor es jurídicamente y financieramente independiente.
Preguntas frecuentes sobre la compra de chalets en Lliçà de Vall
Según la información publicada en el portal Fotocasa para julio de 2024, el precio medio de las casas-chalet en Lliçà de Vall es de 440.135 euros.
Las casas-chalet en Lliçà de Vall suelen tener entre 3 y 5 habitaciones, con jardín privado y garaje. Muchas de ellas también cuentan con piscina y otras áreas de ocio.
Algunas de las principales ventajas de vivir en una casa-chalet en Lliçà de Vall son la tranquilidad y el espacio, así como la cercanía a la naturaleza. Además, la zona cuenta con buenas conexiones de transporte y servicios.
Generalmente, los compradores de casas-chalet en Lliçà de Vall pueden acceder a hipotecas con condiciones favorables, ya que se trata de una zona residencial consolidada y con una demanda estable.
El proceso suele incluir la visita a la propiedad, la negociación del precio, la realización de las inspecciones necesarias y la formalización de la compraventa ante notario. Es importante contar con el asesoramiento de un profesional inmobiliario experimentado.