Flat in Velero, Golf - El Carralero
Cuando los actuales propietarios se mudaron aquí, no lo pasaron del todo bien. De hecho, las primeras noches apenas pudieron dormir. Ahora entenderás por qué. Pero antes, déjame contarte cómo es vivir en una casa que, aunque esté en una primera planta, no lo parece. En Majadahonda, en una urbanización cuidada, sin barreras arquitectónicas, se encuentra este piso con 134 m² construidos, diseñado para quienes ya no quieren vivir a medias. Aquí, la zona de estar está separada de la zona de descanso. Sí, una distribución lógica. De esas que te permite seguir con tu vida sin tener que bajar el volumen de tu serie favorita por miedo a despertar a tus hijos. Tienes cuatro dormitorios. La suite principal es un refugio dentro de casa: con baño privado y vestidor independiente, para que cada día empiece con calma y orden. Tres habitaciones tienen ventiladores de techo, y junto con la orientación cruzada se ventila solo. Por eso nunca han necesitado aire acondicionado. Las paredes son lisas. El suelo, de tarima flotante. Y con techos de 2,70 m que dan esa sensación de amplitud que pocas viviendas ofrecen hoy. ¿La orientación? Está diseñada para que la luz recorra la vivienda a lo largo del día: — Al suroeste, la cocina y dos de las habitaciones. — Al noreste, el salón, la terraza y otras dos habitaciones. — Y al oeste, el baño de la suite, que recibe una luz dorada al final del día. Una casa flanqueada por la privacidad. A un lado, la urbanización aleja a los vecinos de enfrente. Al otro, el parque de Adolfo Suárez como horizonte. Paz visual. Vives tu vida, sin estar en la de otros. La cocina tiene espacio para vivirla. Siéntate a la mesa para desayunar en familia sin apretujaros. Y disfruta del mirador acristalado frontal con tres ventanales por donde entra el sol sin pedir permiso. El salón también habla por sí solo. Un ventanal que ocupa casi toda la pared da paso a una terraza en la que te tomas el café de la tarde. Y sin darte cuenta, llevas media hora mirando al cielo. Aquí no sobra espacio, porque está bien pensado. Además, tienes trastero y una plaza de garaje cubierta. Y sí, hay ascensor. ¿Y tus hijos? Probablemente no quieran salir de la urbanización. Aquí tendrán amigos con los que jugarán al escondite, al pádel, al ping-pong, en el parque infantil o en la pradera junto a la piscina. Y tú los verás desde tu casa, sin preocuparte. Las zonas comunes están pensadas para disfrutarlas: — Piscina rodeada de césped natural. — Parque infantil. — Merenderos y zona de ping-pong. — Vestuarios con duchas y baños (en temporada de verano). — Dos pistas de pádel alejadas de tu casa, para que el deporte no te interrumpa. ¿Y si te apetece salir? Tienes un colegio a la vuelta de la esquina. Un Hiper Usera donde comprar fruta fresca. Cines, restaurantes, gimnasios… todo andando. Y ahora sí. ¿Por qué no podían dormir al principio? Porque el silencio les desconcertaba. Después de años viviendo con ruido de fondo —motores, frenazos, vecinos, obras—, aquí no se oía nada. La paz les parecía antinatural. Hasta que entendieron que esto era lo que llevaban buscando toda su vida sin saberlo. Y ahora que lo han vivido, se mudan porque las circunstancias cambian. Sabiendo que encontrar algo así no es fácil. ¿El precio es negociable? Quien entiende lo que vale, no entrará en regateos innecesarios. Porque no solo compras un piso, inviertes en calidad de vida. En espacios que se viven. Porque hay decisiones que fortalecen a tu familia. Abstenerse buscachollos, pierdetiempos e inversores somnolientos del €/m². Si valoras lo que no se puede medir con un metro… Este piso te está esperando. Pero no tardes. Porque los que saben lo que quieren, suelen decidir rápido.
- 4 rooms ·
- 2 bath ·
- 134 m² ·
- 1st floor