En una finca rústica en Abla, se pueden realizar actividades como la agricultura, la ganadería y el ecoturismo. Dada la ubicación rural, la finca podría ser ideal para cultivar productos agrícolas típicos de la zona, como frutas y hortalizas. Además, la finca podría albergar animales de granja como ovejas, cabras o gallinas, lo que permitiría a los propietarios dedicarse a la producción de lácteos y huevos. Finalmente, la tranquilidad y el entorno natural de la finca podrían atraer a visitantes interesados en actividades de ecoturismo, como senderismo, observación de aves o simplemente disfrutar de la naturaleza.