Finca rústica a Arrasate / Mondragón
La casa que quería nuevos dueños Érase una vez, en un rincón donde el ruido era solo un rumor lejano, una casa independiente que vivía rodeada de pájaros y del murmullo constante del río. Ella se sentía afortunada, pero en el fondo soñaba con volver a escuchar risas, pasos y alguna que otra barbacoa improvisada en su huerta. Estoy lista, se dijo una mañana. Quiero una familia que sepa disfrutar de la vida lenta y feliz La huerta fue la primera en hablar: Aquí puedes jugar a ser agricultor estrella. Tomates, calabacines, hierbabuena para los mojitos, yo pongo la tierra, tú el buen rollo. Y cuando subas la foto a Instagram, di que soy ecológica, que me gusta sentirme importante. El gallinero, que siempre fue más cotilla, añadió: ?€??€?Y yo, aparte de huevos frescos, doy conversación. Eso sí, no te retrases en recogerlos o te miraré mal. Aquí se vive en modo rural con estilo Al caer la tarde, la zona chill out habló desde su rincón soleado: Siesta, vermut o charlas eternas. Yo no juzgo, pero soy especialista en atardeceres que hacen olvidar la oficina Dentro de la casa, cada estancia tenía su personalidad. La planta baja, con su txoko diáfano, siempre presumía: Aquí las cenas empiezan tranquilas y terminan en risas y brindis hasta tarde. Tengo espacio para todos, y un aseo cerca, que nadie quiere hacer excursiones en plena fiesta En la primera planta, la cocina luminosa suspiró: Si amas el olor a pan o café, aquí lo vas a disfrutar. Me encantan los desayunos lentos mientras miras por la ventana el río y piensas , esto sí que es vida La sala-comedor con chimenea se estiró perezosa: Yo soy la reina del invierno. Manta, peli y fuego crepitando?€? puedo convertir cualquier domingo gris en un recuerdo perfecto En la segunda planta, los tres dormitorios con balcones se reían entre ellos: A ver si tus ojos están preparados para amaneceres de postal. Aquí te despiertas con el río saludando, no con el camión de la basura. Y sí, nos encanta que te asomes con el café a pensar en lo bien que hiciste mudándote El baño completo intervino al final: Y yo pongo el broche final: ducha con vistas. Nada de azulejos tristes, aquí te relajas como si estuvieras en un hotelito rural, pero sin pagar por noche. La casa, reformada con cariño en 2005, estaba lista: garaje para el coche, trastero para los secretos y todo preparado para que entrar a vivir sea tan fácil como abrir la puerta y decir hogar? Y así, la casa espera a sus nuevos protagonistas: gente que quiera vida tranquila, desayunos al sol, huevos frescos y cero vecinos ruidosos. Colorín colorado, este cuento empieza cuando vienes a conocerla
- 3 habs ·
- 3 baños ·
- 200 m² ·
- Pàrquing