Finca rústica a Vilopriu
Esta casa es perfecta para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza. Lo primero que cautiva es su fachada de piedra y la calma inigualable del entorno. Reformada con esmero, conserva su estilo rústico en numerosos detalles, fusionando historia y confort moderno en cada rincón. En la planta baja, un encantador salón-comedor se convierte en el corazón del hogar. Una chimenea antigua preside la estancia añadiéndole calidez gracias a la estufa de pellets, a la vez que la altura del techo en la sala, de 5 metros, nos hace disfrutar de un ambiente acogedor y espacioso, pudiendo admirar sus imponentes vigas y los azulejos catalanes que componen todo el techo de la casa. Unas grandes ventanas al jardín permiten que la naturaleza entre inundando el espacio. Dos ventanales altos dan paso a la luz del suroeste, dándole a las tardes otra tonalidad, otro ambiente a la sala. Desde el salón-comedor, bajando unos escalones, entramos en la bodega/sala de juegos de 16 m² abovedada, construida en el siglo XVIII en piedra natural y que tiene mucha luz natural. Es un rincón especial con infinidad de posibilidades en su imaginación. Subiendo desde el salón-comedor por una escalera con peldaños volátiles de hierro, accedemos a la planta superior, donde nos encontramos con un altillo, actualmente utilizado como despacho, el cual podría transformarse en un dormitorio tipo loft. Atravesando un pasillo luminoso formado por toda una pared de ventanas con vistas al jardín, piscina y uno de sus porches, llegamos a una habitación suite en la cual encontramos dos ventanas, una al este y otra al oeste y un balcón que nos vuelve a adentrar con sus vistas panorámicas al exterior, además, dispone de un cuarto de baño de buenas dimensiones con ducha. La cocina ha sido reformada con un estilo minimalista, con lo último en electrodomésticos, por ejemplo, sus placas invisibles de COOKING®. El ambiente, con techos altos y las vigas de madera originales es un espacio funcional, luminoso y acogedor. En una pequeña habitación adjunta y abierta a la cocina, encontramos una práctica despensa. En la cual está todo el dispositivo de placas solares. En la zona exterior es donde se hace la magia. El gran porche invita a disfrutar de largas veladas o tardes de lectura con vistas al exótico jardín de 191 m² en el que está la piscina de agua salada de 7 x 3 metros y un pozo de agua. La ubicación de la casa ofrece muchas posibilidades tanto para vivienda particular como para turismo rural, pudiendo ofrecer a los huéspedes paseos en bicicleta, rutas de senderismo, caminatas por el bosque y además, se encuentra a solo 15 minutos de la playa, a 30 minutos del aeropuerto de Girona y cerca de la estación de tren.
- 3 habs
- 2 baños
- 317 m²
- Pàrquing
