Este dúplex de algo más de 120 m² es una joya menorquina en pleno puerto de Mahón, entre la emblemática Cuesta de Corea y algunos de los restaurantes más codiciados de la isla. Una propiedad única, sin vecinos en la escalera, con alma de casita de pescadores y el encanto intacto de otra época, pero con el confort de hoy. Reformada con mimo hace una década y amueblada con gusto, se accede por unas escaleras que desembocan directamente en el salón / comedor con cocina abierta y barra americana. Desde aquí, una terraza de película se asoma sobre el puerto: desayunos con barcos,... atardeceres con alma. En la parte trasera, dormitorio doble, baño completo, lavadero y otra terracita más íntima. Arriba, el dormitorio principal con baño en suite, armarios empotrados y una segunda terraza que parece flotar sobre el mar. Una propiedad singular, elegante y serena. Una pieza casi imposible de encontrar. Y sí, se vende tal como la ves: lista para entrar a vivir... o soñar. Nota: Alquilado hasta noviembre de 2025.