Duplex in Bellamar
“Sólo con vivir no es suficiente… uno debe tener sol, libertad y una pequeña flor.” Hans Christian Andersen. Benvingus al JARDÍ DE LLAQUET donde cada rincón tiene una historia que compartir. Con aprox 80 m² de jardín y 150 m² de dúplex nos invita a sentir su belleza peculiar. Imaginemos pues. Tras cruzar el umbral vemos la prestancia del piso en donde la esencia mediterránea perdura. Esa esencia toma su fuerte en el jardín. Quienes son sensibles a la belleza de la naturaleza sabemos que hay magia y maravilla a los ojos de quienes miran con curiosidad. Con innumerables ambientes destacan la zona de barbacoa de calma y sosegada en donde la vista abierta hace que la sensación sea como comer en la cima de una montaña; el patio de los pinos donde sol y vistas son nuestros aliados en la intimidad , un lugar oculto para quienes pasan de largo sin mirar y donde los aires del sur brillan en sus ladrillos tostados. Todo rodeado de pinos, arbustos, roca del lugar y probablemente algo más. Caminamos por la terraza como si fuera un mirador. El barrio se abre a través de las copas de los árboles hasta el triángulo del mar. El azul eléctrico del mediterráneo se incrusta en nuestra retina y ya nunca más lo podemos olvidar. El dúplex JARDÍ DE LLAQUET, ya antes de entrar, enamora y alimenta nuestra sensibilidad. No habría belleza, ni danza, ni movimiento si las estaciones no alborotan los colores de la primavera al despertar. Cruzamos el hall y entramos en salón. Nos enarbola con personalidad eclética, mezcla de diferentes disciplinas artísticas como la luz que entra por toda la planta. Aquí encontramos una cocina con su propio comedor. También un baño que se deja entrever con vistas a pinares abiertos. Una planta entera independiente y unida. Subimos las escaleras con el crujir del metal en el aire. Toda inquietud nos da mucho más de lo que buscamos. En el dúplex JARDÍ DE LLAQUET encontramos silencio. Tiene su propio lenguaje, el cual habla a los que están prestando atención al escuchar la canción del viento atravesando las hojas del jardín al pasar. Habitaciones de grandes dimensiones con cristaleras que van desde el suelo al techo desde el norte al sur, desde tramontana a ostro desde el mar en espejo hasta Kent. Las camas nos arropan y el infinito nos da la libertad. Tres dormitorios uno en suite junto con un segundo baño completan el lugar. Todas con vistas sobre las montañas y un mucho de mar. Un lugar donde todo fluye más lento, un lugar donde darnos cuenta de que la felicidad radica en los placeres más simples: “sol, libertad, mar, brisa sonora y una pequeña flor.”.
- 3 rooms ·
- 3 bath ·
- 150 m² ·
- Terrace