Esta vivienda se encuentra en un edificio representativo de 1910 con elementos originales conservados, como su escalera protegida por su valor arquitectónico, y destaca por sus techos altos y dos balcones exteriores que aportan luminosidad y carácter. Distribuida en dos plantas, la propiedad cuenta en su nivel principal con una cocina funcional, un salón amplio, un dormitorio adaptable como despacho o sala de estar, y un baño completo que también funciona como aseo de cortesía. Una escalera interior conecta con la planta superior, donde se encuentra una zona de biblioteca y el dormitorio principal, equipado con baño en suite y armarios empotrados. El diseño interior aprovecha la altura de techos y la luz natural para crear ambientes acogedores y bien diferenciados, conservando el encanto de la arquitectura original sin renunciar a la funcionalidad. La distribución permite usos versátiles tanto para residencia habitual como segunda vivienda. Situada en el centro histórico de Madrid, esta propiedad está rodeada de calles emblemáticas, patrimonio cultural y una variada oferta gastronómica y comercial. Vivir en esta zona permite disfrutar del dinamismo urbano sin perder la esencia tradicional del barrio. Su excelente conexión con el transporte público y la cercanía a museos, teatros y parques hacen de esta ubicación una de las más valoradas por quienes buscan comodidad y vida cultural en el centro de la ciudad.