Imagina esto: llegas a casa, abres la puerta y te recibe un salón de 21 m² con una luz natural que acaricia cada esquina. No es una postal, es tu nuevo piso en El Guinardó.
Con 93 m² construidos y 80 m² útiles, aquí hay metros para lo que quieras: dos habitaciones dobles para dormir como un rey y otras dos individuales que puedes convertir en despacho, vestidor o en el reino de los críos. Tú mandas.
La cocina está lista para que cocines como en MasterChef (o para que no cocines nunca, pero al menos la tengas bonita).
Un baño completo con ducha y un aseo extra que siempre se agradece cuando hay prisas o visitas.
Cuenta con una distribución práctica, sin pasillos eternos ni metros malgastados.
¿Y el edificio? Tranquilo como un domingo sin suegra. Solo tres vecinos y cero ruidos molestos. 2º piso sin ascensor. El típico sitio donde los buenos días se dicen mirando a los ojos.
Una joya escondida en una de las zonas mejor conectadas y más serenas de Barcelona.
